Los seguros, técnicamente, fueron diseñados para capitalizar situaciones de riesgo previstas en el correspondiente contrato mediante el pago de una prima, de manera que si el riesgo se materializa la aseguradora debe reparar el daño hasta el límite previsto en el contrato. En la mayoría de casos, los seguros no tienen carácter obligatorio con algunas excepciones, aunque contratar un buen seguro es una de las mejores inversiones en términos de tranquilidad y que, sin duda, saldrá muy rentable cuando se produzca alguna de las contingencias incluidas en sus coberturas.
Entre los seguros que son obligatorios legalmente se encuentra la necesaria suscripción de un seguro de hogar básico por daños para obtener un préstamo hipotecario destinado a la adquisición del inmueble.
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También es obligatorio el seguro de responsabilidad civil a terceros para el ejercicio profesional de algunas actividades o para la circulación de vehículos a motor. Puede suceder que no cojas el coche con frecuencia y piensas que no te compensa pagar el seguro obligatorio. Sin embargo, aunque el vehículo esté casi siempre inmovilizado en tu garaje sigue siendo obligatorio tenerlo asegurado, además de muy recomendable para tener las espaldas cubiertas si sucedieran daños que pueden provocarse por incendio, robo o un golpe de otro vehículo cuando el garaje es colectivo.
¿Cuándo conviene contratar un seguro por días?
Hay algunas situaciones concretas en las que un seguro por días es la mejor solución para cumplir con la obligación legal de circular con tu vehículo asegurado sin tener que realizar un sobre pago. Estos son algunos de los casos más habituales:
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Pasar trámites obligatorios o ineludibles
Cuando no tienes el seguro en vigor puede surgir la necesidad de realizar algún trámite que exija tener el vehículo asegurado como, por ejemplo, la revisión de ITV o retirar un coche de un depósito público municipal. En ambos casos, habrá que acreditar que el vehículo tiene seguro por lo que habrá que contratarlo con anticipación suficiente para que el seguro por días conste registrado en el FIVA (Fichero Informativo de Vehículos Asegurados), lo que tarda unos tres días.
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Prestar el vehículo
Algo tan frecuente como prestar el coche a un familiar o amigo puede ser un caro favor si durante el préstamo el vehículo tiene algún accidente ya que se incluirá en tu póliza encareciendo las primas. La forma de evitarlo es recurrir al seguro por días para que los siniestros del conductor distinto al asegurado no te afecten.
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Ganar tiempo
En algunas situaciones las compañías deniegan asegurar a un conductor por impagos o pólizas antieconómicas por alto nivel de siniestralidad. Mientras se encuentran otras alternativas o se tramita el recurso de última instancia para asegurar el coche a través del Consorcio de Compensación de Seguros se puede suscribir el seguro por días para desplazamientos de urgencia o llevar el vehículo al taller.
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Comprar, vender o transportar un coche en el extranjero
Algunas compañías aseguradoras no extienden la cobertura al extranjero pero trasladar el vehículo desde fuera y, en todo caso, para el transporte marítimo por barco es también obligatorio un seguro que se puede contratar por los días necesarios.
¿Qué requisitos hay para contratar el seguro por días?
Cada compañía marcará los requisitos propios exigibles según el caso, aunque por lo general los requisitos más comunes que te pueden pedir son los siguientes:
- Edad mínima: algunas aseguradoras limitan la contratación a personas mayores de una edad determinada, entre 21 a 25 años.
- Carnet de conducir en vigor: tendrá que ser válido para el tipo de vehículo que se quiera asegurar y tener más de un año de antigüedad como conductor/a.
- Aportar los datos correctos: si la póliza se cumplimenta con datos erróneos la aseguradora declinará su responsabilidad.
- Prohibición de actividades peligrosas: quedan excluidas el transporte de mercancías peligrosas o participar en carreras deportivas; en este caso habría que contratar un seguro de coche de carreras, rally, carrera y competición.
El seguro por días permite contratar las mismas coberturas que un seguro convencional: responsabilidad civil obligatoria y voluntaria, asistencia en viaje, defensa jurídica y cobertura internacional o Carta Verde, entre otras, en función de las necesidades que se necesiten en cada caso.